PRIMEROS DIENTES
Un bebé necesita muchos cuidados en distintos focos de atención. Aquí podrás encontrar todo tipo de productos que te ayuden a cuidar su delicada piel cuando se irrita, sus encías cuando le van a salir los dientes, descongestionar la nariz de mocos o incluso packs muy útiles para el baño o hidratación.
Es importante tener en cuenta a la hora de adquirir todos los productos de bebé, qué productos son adecuados y qué componentes perjudiciales hacen a un producto no adecuado para su piel. Si contienen alcohol, perfumes o parabenos, deberán formar parte de la lista negra ya que pueden perjudicar su delicada piel.
Los bebés crecen a un ritmo acelerado, tan pronto acabas de dar a luz, como le salen los primeros dientes. Empiezan a llevárselo todo a la boca y a inquietarse con más facilidad, algo normal no solo por los dientes, también es propio del desarrollo, van descubriendo cosas nuevas y reaccionando a todo.
¿Alguna vez os habéis preguntado, porqué se les llama dientes de leche? Bueno pues no hay una respuesta concreta a esa pregunta. Hay quien se decanta por decir que se llaman así porque cuando empiezan a aparecer, su alimentación consiste en leche materna o de fórmula, la cual le aporta mucho calcio, de ahí, dientes de leche; y por otra parte, también dicen que es debido a su color, que es más blanco que un diente adulto y bastante similar al de la leche, cosa que ocurre porque estos dientes tienen menor tiempo de maduración y la dentina no adquiere ese color amarillento.
En cualquier caso, dientes de leche no es un término correcto para referirse a los primeros dientes. Los odontólogos les llaman dentición decidua y sus funciones principales son:
- • Actuar como guías para los dientes adultos marcando el hueco de cada uno.
- • Herramienta para empezar a masticar y morder alimentos sólidos.
- • Empezar a hablar sabiendo colocar la lengua y pronunciar correctamente.
¿Cuándo salen los primeros dientes?
Los llamados dientes de leche son un total de 20 piezas que pueden tardar más de 2 años en salir. Los primeros dientes que aparecen son los incisivos inferiores y lo hacen entre los 4 y 7 primeros meses de vida del bebé, y los últimos los molares, que salen alrededor de los 30 meses.
Dependiendo del niño, aparecerán antes o después, es un proceso relativo al ritmo de desarrollo y la alimentación de cada uno, no por carencia o exceso de calcio como se suele pensar. Por lo tanto si pasa el tiempo estipulado para la aparición del primer diente y no han aparecido, no te preocupes, puede ser algo normal.
Síntomas de los primeros dientes
Antes de que hagan su aparición, los dientes ya empiezan a avisar de su futura presencia con varios síntomas como la inflamación y el enrojecimiento de las encías o el nerviosismo en el bebé. Empiezan a estar más inquietos y se llevan a la boca cualquier cosa que esté al alcance de sus manos.
Aunque no siempre es igual, puede darse el caso de que el diente aparezca de la noche a la mañana sin que te enteres, como todo, es una cuestión de desarrollo y cada niño es un mundo diferente. No todos crecen al mismo ritmo ni de la misma forma.
Pero lo que suele suceder es que sientan cosas como:
- • Irritabilidad
- • Insomnio
- • Pocas ganas de comer aunque muchas de morder
- • Se les cae la baba porque producen más saliva
- • Dolor e inflamación de encías
Los rumores populares dicen que cuando al niño le están saliendo los primeros dientes, tienen fiebre, diarrea y puede que algo de mocosidad. Desde la Asociación Americana de Pedriatría (AAP), desmienten esos rumores y declaran que aunque puede que suba un poco la temperatura corporal del bebé, esos síntomas no están relacionados con el proceso de dentición. Por lo tanto si coincide que su hijo tiene esos síntomas cuando le está saliendo un diente, no los asocie, consúltelo con su pediatra y salga de dudas.
Dolor de encías
El síntoma más habitual del proceso de dentición es el dolor y la inflamación de las encías. Cuando el bebé sonríe se puede apreciar que están bastante más rojas y si se palpan, podrá notar el diente que está saliendo.
A la pregunta: ¿Qué puedo hacer para calmar el dolor de encías?, la respuesta es:
- • Lávate las manos y deja que el bebé te muerda el dedo. No te hará daño porque todavía no habrá salido el diente y al mismo tiempo podrás controlar la evolución de crecimiento.
- • También puedes darle un pequeño masaje con una gasa en el dedo, la textura le estimulará y le proporcionará alivio.
- • Otra opción es frotar la encía con un cubito, envuelto en una gasa o un trapo para que no resulte muy agresivo, el frío le calmará la inflamación y el dolor gracias a su efecto anestésico.
- • Dale un mordedor de goma dura para que pueda morder y apretar cuanto quiera sin problemas. Incluso puedes darle uno de gel frío para que le duerma un poco la zona y no sienta molestia.
Productos para calmar el dolor de encías
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