ANTIÁCIDOS

El reflujo y la acidez son las patologías más comunes del aparato gastrointestinal. Para su tratamiento, se emplean diferentes clases de fármacos, denominándose comúnmente e incorrectamente, antiácidos a todos ellos, pues no actúan de la misma manera para tratar los síntomas.

Los verdaderos antiácidos, neutralizan la acidez según una reacción ácido-base. Suelen emplearse bicarbonato y otras sales, como Eno sal de frutas, pero pierden efectividad con el tiempo debido a su mecanismo global de actuación.

Otros medicamentos empleados son los alginatos formulados con aluminio y magnesio, como los archiconocidos Almax y Gaviscon, que generan una balsa protectora contra la acidez. Puesto que no actúan contra el reflujo suelen formularse asociados a antiácidos, es el caso de Rennie que además pueden tomar los diabéticos. 

Los antiH2 muy empleados durante el embarazo, inhiben la histamina de tipo 2 que forma parte de la mucosa intestinal, y que es la encargada de generar los ácidos para la disolución de los alimentos y combatir las bacterias.

Por último y no menos importante, encontraríamos a los inhibidores de la bomba de protones, o protectores de estómago. Estamos hablando del medicamento más vendido de los últimos años, el omeprazol. Sin embargo, debido a su mecanismo irreversible de actuación y a que la acidez tiene su propia función fisiológica, como en la absorción de vitamina B12 y hierro, no debería usarse si no es bajo prescripción y control médico. 

Ardor de estómago

Primero debemos aprender a diferenciar entre el término acidez y el término reflujo, pues denotan dos condiciones diferentes y de distinta gravedad.

La acidez o ardor de estómago, es un dolor que se produce en el pecho después de las comidas. Puede sentirse como una quemazón o sensación de compresión, y suele acentuarse al agacharse o tumbarse. Realmente la sintomatología se inicia en el esófago, un órgano por encima del estómago y que consta de un esfínter a través del cual se impide el retorno de la comida una vez ha pasado hacia el estómago. Si este músculo se encuentra debilitado y no se cierra bien, pueden producirse los síntomas de los que estamos hablando.

Suprimir ciertas comidas como el picante y los cítricos, puede eliminar el problema. También tumbarse en posición fetal sobre el lado izquierdo del cuerpo, pues se presiona el nervio vago impidiendo el ascenso de los ácidos.

La enfermedad por reflujo gastroesofágico es de mayor gravedad. El dolor es más frecuente y no se alivia con los fármacos habituales, además puede verse acompañada de otros síntomas como tos seca y dificultad para tragar. También se da la sensación del retorno del alimento ya ingerido a la boca de manera repetitiva. En caso de sufrir estos síntomas, recomendamos acudir a un especialista para evitar el desarrollo de úlceras y sangrado. Dejar de fumar y adelgazar puede ayudar a mejorar la enfermedad. 

Ardores en el estómago

Afecta a muchas mujeres, especialmente después del primer trimestre de gestación. No debe ser signo de preocupación, ya que es algo completamente natural debido a la presión que ejerce el útero, por su aumento de volumen acorde con el incremento del tamaño del feto que se está desarrollando, sobre el cardias que comunica el estómago con el esófago, impidiendo que éste se cierre correctamente y liberándose pequeñas cantidades de jugos gástricos hacia el esófago.

Los cambios hormonales, como el aumento de progesterona, pueden incrementar los ardores en el embarazo, ya que la musculatura lisa del intestino se relaja, dificultando el correcto funcionamiento y provocando otros problemas como estreñimiento y flatulencias.

Además el problema puede verse agravado si la gestante padece al mismo tiempo náuseas y vómitos. Aparte de los fármacos prescritos por el médico, beber abundante líquido, comer en pequeñas cantidades y realizar varias comidas al día puede aliviar los síntomas.